ESCUELA SHAOLIN CHUAN CHI SHU – La Escuela Shaolin Chuan Chi Shu, de la que Esteban Escobar es maestro Shaolin, funciona en la Sociedad de Fomento de Villa Vallier. Escobar contó las instancias de su viaje a China y los procesos de validación y certificación de esta institución.
«Mi escuela viene de Garín, que está hace muchos años, y yo personalmente abrí mi sede hace tres años y medio en la Fomento, una de las instituciones más antiguas de Escobar, que es la Sociedad de Fomento de Villa Vallier. Es una escuela de Kung-Fu. Kung-Fu».
«Sí, Kung-Fu. Muchas veces no saben Kung-Fu, Taekwondo, Karate, todos dicen lo mismo. Es todo muy raro».
«Kung-Fu es el arte marcial que hace originaria a todas las artes marciales. Es el arte marcial más antiguo, y nosotros venimos de lo que es el Kung-Fu Shaolin, que es de un monasterio de China, en la provincia de Henan, el cual tiene más de 1500 años. Entonces, se dice que el Kung-Fu Shaolin es el origen de todas las demás artes marciales».
«Los chinos tienen un fuerte tradicionalismo y mucha cultura que arrastran desde sus tiempos. Si bien, obviamente, se van modernizando y las cosas van cambiando. Nosotros estuvimos allá. Pero mantienen todas las tradiciones antiguas. Obviamente, a medida del paso del tiempo, van adquiriendo y modernizando ciertas cosas, pero nunca dejan de perder las bases que mantiene la cultura Shaolin. Y se hace mucho hincapié en cada ejercicio que se hace, mantener la base. Que sea siempre fiel a lo que es el origen».
«Yo soy profe. Me recibí de Cinturón Negro el año pasado. El Templo Shaolin siempre fue algo muy cerrado, que incluso no se les daba permiso a ni siquiera a todos los chinos de entrar. Si no, era muy estricto. Mucho menos para los extranjeros. En estos últimos años, últimas décadas, el Templo Shaolin se fue abriendo y fue decidiendo que la gente llegue al Templo Shaolin para pluralizar y que no se pierda el conocimiento del Templo Shaolin».
«Lo que hicieron fue organizar lo que ellos llamaron los Juegos Shaolin, una competencia, que se organizó, empezó el año pasado, con un selectivo en los distintos continentes. Hubo uno en Latinoamérica, uno en África, uno en Europa, uno en Norteamérica. Se hicieron en los distintos continentes unos clasificatorios. Nosotros, el de Latinoamérica, tuvimos la suerte de que se hiciera en Argentina el año pasado, para esta fecha. De hecho, hace unos días cumplió un año que se hizo. Y de ahí fueron los mejores, las estrellas del Shaolin, de esos clasificatorios, a participar de la final mundial en China. En el Templo Shaolin mismo, dentro del monasterio».
«Fueron 15 seleccionados, yo no quedé en esos 15. Dos de mis compañeros de escuela quedaron seleccionados. Y fueron como seleccionados. Y yo fui como recomendado por mi maestro. Porque también los maestros podían recomendar X cantidad de alumnos, aparte de los ya seleccionados, para participar. Pude participar de la final».
«La verdad que fue un honor grandísimo. Llegar allá, competir, ver el nivel de Kung Fu Shaolin del Templo Shaolin. Y de todo el mundo. Realmente un nivel muchísimo porque ellos viven de eso. Nosotros acá entrenamos 3 veces por semana. Y tenemos un trabajo, tenemos una familia. Entonces no se puede comparar. Pero lo que tratamos de hacer desde ese lado es adoptar las bases. Y tratar de ir incorporando esos conceptos que son tan buenos para la vida en el día a día. Yo traigo los conceptos del Shaolin y los llevo a mi trabajo. Los llevo a mi familia. Los llevo a mi escuela de Shaolin. Los llevo a mis hijos. Entonces la idea es que si bien yo no estoy 24-7 entrenando, estoy meditando y haciendo como hacen ellos. Sí puedo traer las bases y los conceptos y aplicarlos en el día a día. Que eso es lo que buscamos».
«El Templo Shaolin tiene una persona que es la máxima autoridad del Templo. Es el Abad. Que vendría a ser como el Papa. Es el presidente. Es la figura más grande que tiene el Templo Shaolin. Y en una reunión, que pensamos que iba a ser solamente la fotito. Ahí paseamos con nuestra banderita y nos hizo sentar. Nos preguntó, yo tengo un inglés medio pobre, pero que entiendo. Y era uno de los pocos que teníamos un nexo con inglés. Y me hizo oficiar de traductor inglés. Nos preguntó acerca de nuestros orígenes. De cómo fue llegar. De cómo fue nuestro ingreso en Shaolin. La verdad que fue una experiencia muy buena. Y nos compartió lo que es el té. Que para ellos la ceremonia del té es algo muy tradicional. Un ritual, es una ceremonia. La verdad que fue uno de los momentos más lindos que estuvimos allá», contó Escobar.
El maestro mostró recuerdos de su viaje a China y los obsequios recibidos del Abad.
Además contó que les dieron «certificación de que somos estudiantes del templo Shaolin. Entonces nos dieron los tres cinturones. Que son los tres niveles que rendimos. Estos son cinturones del templo Shaolin. Los tres certificados correspondientes de los tres niveles que hemos tenido».
«La Sociedad de Fomento Villa Vallier, está certificada por el templo Shaolin, el primer templo».
Quienes deseen ponerse en contacto, «tenemos Instagram de la escuela @escobarshaolin», finalizó Esteban Escobar.