EN PAUSA – El Banco Central Europeo (BCE) decidió mantener sin cambios sus tasas de interés de referencia y adoptó un tono cauteloso frente al futuro inmediato de la economía del bloque. La entidad que preside Christine Lagarde dejó la tasa de depósito en 2%, la de refinanciación en 2,15% y la marginal en 2,40%, luego de evaluar que la inflación se mantiene controlada.
“El panorama económico continúa siendo incierto”, advirtió el BCE en su comunicado oficial. “Persisten riesgos derivados de la evolución de los precios energéticos y de la situación geopolítica global.”
Los datos recientes muestran una leve recuperación en países como España y Francia, pero la actividad industrial alemana sigue débil. Por eso, el Consejo de Gobierno optó por mantener una posición de “esperar y ver” antes de avanzar con nuevos ajustes.
Los analistas interpretan esta decisión como una señal de estabilidad monetaria. El BCE busca evitar un enfriamiento excesivo en la eurozona, que podría resentir el empleo y el consumo, pero tampoco quiere reactivar una inflación que costó varios años controlar.
“Estamos en una fase de equilibrio frágil. Los próximos meses serán decisivos”, explicó Lagarde. Además, confirmó que continuará la reducción gradual del programa de compras de bonos, con el objetivo de normalizar la política monetaria hacia 2026.
Para los mercados, el mensaje fue claro: el BCE no dará pasos bruscos. En un contexto global dominado por las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, la entidad europea apuesta por la estabilidad y la prudencia.