Los vecinos de las islas siguen su reclamo no sólo por la inmediata vuelta del servicio, sino también por un plan de obras de infraestructura de la empresa en el delta. Si no vuelve el suministro esta semana, marcharán el sábado en el centro de Tigre.
El temporal pasó por el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) hace ya 35 días. Sin embargo, en el delta de Tigre, San Fernando y Escobar aún cerca de mil usuarios continúan sin servicio eléctrico desde ese entonces y sin respuestas concretas de Edenor. Luego de varias reuniones, la última de ellas el pasado viernes 19 de enero, la empresa sostiene que restituirá el suministro en los próximos días, algo que los isleños vienen oyendo desde varias semanas atrás.
Lo cierto es que a este lunes 22, y de acuerdo a lo que indica en su página oficial el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), son 948 vecinos de islas los que conviven con cortes de luz. 643 corresponden a la primera sección, en el partido de Tigre, 140 a la segunda sección en San Fernando, y 165 en la tercera. Los isleños, sin embargo, sostienen que son aún más, porque no hay «un relevamiento serio» por parte de la prestadora.
Por este motivo, en el último encuentro con Edenor presentaron un informe actualizado elaborado por los vecinos de las zonas donde el servicio no ha sido restaurado, y los lugares en donde todavía se encuentran postes caídos, generadores en el piso, cables sueltos, entre otros problemas. Zonas de los ríos San Antonio, Sarmiento, Carapachay y los arroyos Abra Vieja, Angostura, Albarracín, Espera, Viboratá, Villa Graciela, Gallo Fiambre, Leber, Rama Negra, aún continúan sin luz en la primera sección. En la segunda y la tercera, ocurre lo mismo con el Cuatro Bocas, Felicarias, Barca Grande, Pacífico, Carabelas, Barquita, Seoane, Paraná Miní y Las Cañas.
La vida sin luz en el delta se hace difícil. Es el único servicio público que llega a las islas. Las personas de esa zona requieren la energía eléctrica no sólo para el mantenimiento de los alimentos ante la dificultad de moverse a diario a un almacén, o de los medicamentos, sino también para la provisión de agua potable, para cocinarse, para comunicarse. Algo que para quienes viven en continente se vuelve, ante cualquier problemática, de fácil resolución, para los isleños representa todo un desafío.
«Edenor puso al delta en una situación de aislamiento total y desde el temporal al 30 de diciembre no generó ninguna comunicación clara para decir qué iba a pasar», indicó Victoria Aguiló, vecina de la primera sección del delta tigrense, a la que recién le volvió la luz el pasado 19 de enero y agregó: «Desde ese entonces, en la primera sección la luz va y viene, poniendo en riesgo nuestra propia materialidad, porque se nos están quemando pavas eléctricas, hornos eléctricos y hasta termotanques. No permite que podamos planificar nuestra vida. Hay personas con enfermedades crónicas que están volviendo a continente para poder hacer sus tratamientos porque no los pueden hacer en el lugar donde viven, la empresa tampoco se hace cargo de eso».
Otro de los problemas es la devolución del servicio eléctrico con la tensión más alta que los 220 voltios que se utilizan para el consumo doméstico. «Dijimos que iba a haber un accidente y finalmente sucedió con dos trabajadores de la empresa tercerizada Rowing: uno de ellos falleció y otro tuvo una amputación en su pie y todavía sigue internado».
Representantes de la empresa afirmaron en la última reunión del viernes que para finales de esta semana el servicio estaría restablecido en un 100%. Los vecinos dicen que la misma promesa había sido hecha para la semana pasada.
Más allá de la necesidad por la urgente recomposición del servicio, el impacto del temporal marcó otro punto de inflexión en un pedido histórico de los isleños: un plan de obras por parte de Edenor para solucionar definitivamente los cortes de luz. Para ello, habría un encuentro entre isleños y la empresa en los próximos días.
Según sostienen los vecinos de islas, el material colocado en los trabajos que se realizan para la restitución de la luz son «postes en desuso del continente y no material nuevo«. Eso, dicen, sigue generando problemas en la garantía del servicio. «Los generadores no están reparados y el tendido de cables sigue siendo el mismo que cualquier ramita que toque produce un corte de luz«, expresaron.
«Edenor nos está diciendo que los transformadores son nuevos, que los postes son nuevos, cuando no es así y nosotros vemos con nuestros propios ojos el recambio de materiales que tenemos», cuestionó Aguiló.
Para los isleños, una posible solución a esta situación es la conformación de un comité para hacer un seguimiento del trabajo de infraestructura en el delta. «Nos preocupa el futuro de la población de las islas, hay algunos derechos fundamentales que hoy no se están cumpliendo y seguiremos organizándonos para que se cumplan«, culminó Aguiló.