DIPLOMACIA – El expresidente estadounidense Donald Trump inició una gira por Asia con paradas en Japón y China, en un intento por reposicionar su figura en el escenario global. En Tokio fue recibido por el emperador Naruhito y la primera ministra Sanae Takaichi, con quien trató temas de defensa, inversiones y cooperación tecnológica. En Pekín, se reunió con Xi Jinping para discutir el comercio bilateral y el futuro de la red social TikTok, todavía bajo debate en Estados Unidos.
Durante la visita, Japón anunció un plan de inversión de 550 mil millones de dólares en proyectos conjuntos con empresas estadounidenses. Washington, en tanto, busca reforzar su influencia en el Indo-Pacífico y contrarrestar el avance de China en la región. Los analistas interpretan el viaje como un gesto estratégico que combina diplomacia y política interna, ya que Trump intenta mostrarse como un negociador experimentado.
En las reuniones, ambas partes evitaron confrontaciones públicas, aunque persisten las diferencias sobre aranceles, propiedad intelectual y ciberseguridad. Pekín reiteró que busca “una relación de respeto mutuo”, mientras que Trump declaró que su prioridad es “defender el empleo y la soberanía económica estadounidense”.
La gira incluyó encuentros con empresarios y foros de inversión, y marcó el regreso del exmandatario a la arena internacional tras varios años de bajo perfil. Expertos destacan que, aunque no se anunciaron acuerdos concretos, el viaje refuerza la competencia estratégica entre Estados Unidos y China. El Pacífico vuelve a ser el epicentro de la política global y el resultado de estas negociaciones podría influir en la economía mundial durante la próxima década.
Donald Trump retoma la agenda internacional con una gira centrada en China y Japón
