Una joven de 23 años fue detenida en las últimas horas en la localidad bonaerense de Grand Bourg, acusada de haber asesinado al economista Juan Pablo Jiménez en su departamento del barrio porteño de Palermo. La causa es investigada bajo la figura conocida como “viuda negra”, una modalidad delictiva en la que la víctima es drogada, robada o, en casos extremos como este, asesinada tras un encuentro íntimo.
La detenida fue identificada como Agustina Milagro Contreras, domiciliada en el partido de Malvinas Argentinas, y quedó a disposición de la Justicia tras un allanamiento encabezado por la Subdelegación Departamental de Investigaciones (SubDDI) de San Miguel, en colaboración con personal de la División de Investigaciones Comunales 14 de la Policía de la Ciudad.
El crimen salió a la luz cuando la empleada doméstica de la víctima encontró el cuerpo sin vida de Jiménez en su departamento de la calle Castex al 3400, en pleno barrio de Palermo Chico. A partir del relevamiento de cámaras de seguridad, testimonios y rastreo en redes sociales, los investigadores lograron identificar a Contreras como la presunta autora del hecho.
En el procedimiento de detención, llevado a cabo en una vivienda de la calle Coronel Juan de San Martín al 100, las autoridades incautaron un teléfono celular y un par de jeans azules, elementos que podrían resultar clave para reconstruir los movimientos de la sospechosa antes y después del asesinato.
La detención fue ordenada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N.º 25, a cargo del Dr. Jasón Castellano, a través de un exhorto judicial que permitió el trabajo conjunto entre fuerzas policiales de provincia y ciudad.
Fuentes del caso indicaron que la investigación continúa activa, con la búsqueda de al menos otros dos sospechosos ya identificados, que habrían participado de manera indirecta o posterior en el hecho, posiblemente vinculados al intento de encubrimiento o la comercialización de bienes robados.
La causa genera preocupación por el modus operandi repetido en varias zonas del AMBA, donde encuentros pactados por redes sociales o apps de citas derivan en robos y ataques a víctimas solitarias. Desde el entorno judicial y policial no descartan que este caso esté conectado con otros hechos similares aún no esclarecidos.