Ariel Rondinoni, representante del Colegio del Norte, una institución que tiene 64 años y describe como «una trayectoria, mucho conocimiento y un buen prestigio, ganado con mucho esfuerzo y trabajo», estuvo en la redacción de este matutino para hacer uso de su derecho a replicar y desmentir que una docente de ese establecimiento haya tenido una conducta inapropiada con algún alumno del establecimiento.
Tras la denuncia que realizara la semana anterior los padres del niño J.M , quiso exponer:
«Hace dos meses, a principios del mes de junio, unos papás de jardín, de salita de 3 años, se presentaron en la escuela para hablar con la directora, manifestando que su hijo había sido tocado por otros dos compañeritos de la misma edad (3 años). Entonces, tomando conocimiento de ello, la directora interviene directamente y actuar de acuerdo al protocolo, que es una serie de acciones que marca la norma».
Y aclara que el mismo «consiste en una serie entrevistas con los padres de los chicos implicados como quienes agredían al chiquito, a las maestras, a las preceptoras, a todo el personal y se hace una indagación para aportar algún dato y ver si esta situación pudo haber pasado o no».
El representante del colegio fue contundente al afirmar: «La situación es de tres nenitos de tres años, y por las características del lugar y por la cantidad de gente que hay al cuidado de los chicos, la forma de organización, incluso cómo van los chicos al baño, que van de a uno, la preceptora está a dos metros del baño. El baño no es de grandes dimensiones, por lo tanto es visible, es fácil de escuchar si hay algún alboroto en el baño».
Consultado sobre la posibilidad de que los dichos de los padres refirieran a un hecho que pudo haberse llevado a cabo el propietario del establecimiento afirmó: «el colegio opina que es muy difícil que haya sucedido. Creemos que hay una posibilidad muy chica de que haya sucedido. Ahora, separemos las cosas. La situación entre estos tres chiquitos que nos manifiestan los padres hace dos meses, lo consideramos difícil, más allá de que realizamos todas las acciones de indagación y mayor cuidado y observación».
Según comentó Rondinoni, el nene siguió yendo a la escuela una semana más, y luego dejó de asistir «porque los padres dijeron que estaba con varicela. Esa fue una primer parte. Y hace dos días tomamos conocimiento, por las redes sociales, de que los padres habían hecho una denuncia»…”cuando surgió todo esto, nosotros además, nos presentamos en minoridad, que siguió todos los pasos que tiene que seguir».
Ahora, los papás viraron la denuncia hacia la maestra, explica, y niega rotundamente que pueda haber sucedido, «por las características del funcionamiento, el control, la cantidad de personal a cargo de los chicos». «estamos hablando de una docente que hace 15 año que trabaja en la escuela».
En su testimonio Rondinoni quiso dejar claramente asentado que «nosotros estamos a disposición de la justicia, y de minoridad», a la vez que valorizó la denuncia de los padresal decir: «esto es un horror, un invento y una falacia».