Un tren del Ferrocarril San Martín descarriló esta mañana en el barrio de Palermo y chocó contra otra formación del mismo ramal, a la altura del puente ubicado en Dorrego y Figueroa Alcorta. Más de 90 personas que están siendo evacuadas del lugar.
El Servicio de Atención Médica de Emergencia (SAME) ha emitido una alerta roja y ha desplegado un importante operativo en la zona. Se están trasladando múltiples heridos con politraumatismos diversos. Treinta personas han sido llevadas al hospital con diversas lesiones, aunque en principio ninguna de ellas parece ser grave.
La colisión se produjo entre dos formaciones del Ferrocarril San Martín que circulaban en el mismo sentido, una de ellas sin pasajeros.
El gremio denunció que no funcionaba la señalización
“La formación fue totalmente evacuada y los heridos fueron trasladados a los Hospitales Fernandez, Pirovano y Rivadavia”, informaron fuentes oficiales.
Alberto Crescenti, titular el SAME, aseguró: “Lo principal es que no tenemos víctimas fatales, los perros han peinado los vagones más complicados por el impacto y no encontraron nada”.
Las autoridades intentan determinar cómo fue la mecánica del accidente. En principio se cree que una formación que trasladaba pasajeros rumbo a Pilar descarriló y chocó desde atrás a otra que trasladaba materiales para trabajos de mantenimiento
Estela, una pasajera que viajaba con su nieta, contó cómo vivió el accidente: “Fue un susto muy grande, siempre voy adelante de todo, pero hoy estábamos en la parte de atrás”, y agregó: “El golpe no fue tan fuerte para nosotros, las vías se abrieron, el tren salió de carril, nos pegamos un susto grande”, contó.
La mujer aseguró que el tren estuvo frenado por algunos segundos y cuando reanudó su marcha chocó con la otra formación que trasladaba materiales.
Omar Maturano, secretario general de La Fraternidad, denunció que había una locomotora detenida en las vías. “Se le dio vía libre al tren de pasajeros, se encontraron y chocaron”, detalló.
Por el impacto, hubo un derrame de combustible, lo que obligó a los equipos de rescate a neutralizar la sustancia para evitar incidentes mayores.