La Gendarmería Nacional, en una rigurosa inspección llevada a cabo en la Ruta Nacional Nº 12, interceptó un vehículo particular que trasladaba un cargamento de 70 kilos de pescado eviscerado de diversas especies, sin las autorizaciones legales ni las condiciones de seguridad e higiene necesarias. Este hallazgo, realizado a la altura del kilómetro 85.500, pone en evidencia un flagrante incumplimiento de las normativas que regulan el transporte de productos alimenticios, lo que podría haber puesto en grave riesgo la salud pública.
El hecho ocurrió en la mañana del martes, cuando efectivos del Escuadrón 63 “Zárate-Brazo Largo” realizaron un control preventivo en la mencionada ruta, que conecta la ciudad de Zárate con el interior de la provincia de Buenos Aires. Durante el procedimiento, los gendarmes inspeccionaron un transporte utilitario en el que se hallaba un gran volumen de pescado sin el debido cumplimiento de las regulaciones sanitarias.
Al revisar la carga, los uniformados detectaron que el pescado no solo carecía de la habilitación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), sino que también se encontraba fuera de las condiciones adecuadas para su conservación. El cargamento no contaba con la cadena de frío necesaria para preservar los productos perecederos, lo que aumenta considerablemente el riesgo de contaminación y enfermedades transmitidas por alimentos. Además, las condiciones de higiene en las que se transportaban los peces también eran inadecuadas, lo que podría haber comprometido la seguridad alimentaria de los consumidores.

Ante esta situación, se procedió a la intervención de la verificadora de SENASA en la localidad de Zárate, quien en conjunto con los gendarmes, orientó el decomiso inmediato de los productos ilegales. En presencia de testigos, se realizó la desnaturalización del pescado, lo que implica su inutilización para consumo humano, como medida de precaución para evitar riesgos para la salud de la población.
La acción realizada por la Gendarmería forma parte de un esfuerzo más amplio para garantizar el cumplimiento de las normativas sanitarias y evitar la circulación de productos no aptos para el consumo. La falta de habilitación por parte del SENASA y las condiciones deficientes de transporte son infracciones graves en la regulación del comercio y distribución de alimentos, especialmente en lo que respecta a productos de origen animal.
Este incidente resalta la importancia de los controles en las rutas nacionales y el papel de las fuerzas de seguridad en la protección de la salud pública. Las autoridades reiteraron que el transporte de alimentos, particularmente aquellos que requieren refrigeración y condiciones específicas de higiene, debe cumplir con las normativas establecidas por los organismos correspondientes para evitar riesgos para los consumidores.
La Gendarmería Nacional continuará con las tareas de vigilancia en las rutas de la región, a fin de prevenir este tipo de irregularidades y asegurar que los productos que lleguen al mercado sean aptos y seguros para el consumo humano.