Después de asistir durante varias ocasiones al Hospital de Escobar, en la madrugada del 2 de enero le dijeron a la mujer embarazada que volviera en dos horas porque faltaba más dilatación, y no había lugar para internarla. La mamá finalmente tuvo al bebé en su casa y su marido salió a buscar ayuda.
Luján Candia y Lucas Ferragud empezaron el año de una manera muy particular. Los dos fueron los protagonistas de ser mamá y papá, pero no de la manera que ellos esperaban. El 1 de enero, Luján había empezado con dolores que no había tenido en el transcurso del embarazo. Los síntomas indicaban que podían llegar a ser contracciones. Por esta razón, acudieron al Hospital de Escobar alrededor de las 22.30hs, en donde el personal que atendió a la mujer le dijo que el trabajo de parto todavía no había comenzado, por lo cual debía regresar en una hora para hacerse el monitoreo. Una hora después, alrededor de las 23.30hs los dos regresaron como les habían dicho.
En la segunda consulta, quienes la atendieron le volvieron a decir que todavía no había llegado al tiempo que habían estimado. Entonces, ella tenía que volver cuando las contracciones se dieran cada tres minutos, o cuando le doliera demasiado. “Yo la escuchaba a ella gritar del dolor desde afuera. Golpeaba la puerta para ver qué estaba pasando, pero no me atendían o me atendían mal, prepotentemente. En un momento pensé que capaz era yo que estaba nervioso por ser papá primerizo, y que eso era normal. Evidentemente no”, expresó el marido, quien narró toda esta historia para Grupo El Diario.
Si bien seguían preocupados, y Luján muy dolorida, tuvieron que volver a la casa, alrededor de las dos de la mañana. Una hora después, la futura mamá empezó a tener dolores constantes, cada tres minutos como le habían dicho. Enseguida se levantaron y fueron al hospital por tercera vez. El marido afirmó que después de la consulta le dijeron lo siguiente: “como ella tenía 3 de dilatación no podía quedar internada porque tenía que tener 5 de dilatación. Tenía que esperar dos horas, volver más o menos a las 7 de la mañana, para ver si quedaba internada porque no tenían lugar para ella”.
Una vez más, tuvieron que regresar a su hogar, y después de que Lucas la ayudara a bañarse, debido al cansancio de la noche, Luján se sentó en un sillón, y él se acostó a dormir un poco. Tiempo más tarde, Lucas la escuchó gritar desesperada entre sueños: “Cuando bajé había nacido el bebé. Lo primero que hice fue llamar al 911, como pude, llorando, ido de la realidad”.
Luego de hacer el llamado de emergencia, el papá salió a buscar ayuda. Pasó por dos postas de prevención policial que están a lo largo de Ruta 26 pero según expresó no había nadie. En la posta policial ubicada a la salida de la misma ruta tampoco había ninguna ambulancia, pero un hombre le indicó donde podía encontrar personal de Prefectura. “Bajé desesperado, les dije que mi bebé había nacido en mi casa. El Ayudante de 3ra Omar Zarza, Francisco Paniagua, y Matías Vallejos, de una forma espectacular, sublime, y excelente no dudaron y se subieron al auto, y me abrieron camino hacia un puesto de SAME y Defensa Civil”, dijo Lucas Ferragud.
Una vez que llegaron al puesto, Prefectura habló con el personal de salud, y formando una caravana, los móviles fueron hasta la vivienda familiar, donde también ya se encontraba un móvil policial. “Cuando llegué pensé lo peor. Pero el policía me dijo que el bebé estaba lo más tranquilo durmiendo”.
Así como el papá se acordaba de todos los nombres de los efectivos de Prefectura, nombró también al personal del SAME, el doctor Vargas, el enfermero Marcelo Pereyra e Ítalo, además de los policías Jonathan Maidana y la Oficial Sosa, quienes luego los acompañaron al Hospital de Escobar. “Me acuerdo de todos los nombres porque son mis héroes”, expresó. Además hizo hincapié: “Fue un operativo espectacular, con cero fallas. Una coordinación terrible”.
Por otro lado, el papá habló en relación a lo sucedido en el hospital previamente a que su mujer tuviera el parto de manera inesperada en su hogar. Dijo que cuando su hijo ya esté tranquilo en su casa, tomará las medidas necesarias. “Ya pedí hablar con la directora del hospital. Vamos a ir de una forma tranquila, privada, y llegar a un acuerdo en el que se tomen medidas con las personas correspondientes”. La causa de esta decisión fue explicada por Lucas: “Hoy en día podemos contar que esto fue una odisea hermosa, pero quizás el día de mañana le toca a una familia que no tiene movilidad o no tiene cercanía a un lugar de prevención”.