DUELO DE ZONAS – El Torneo Clausura 2025 de la Liga Profesional mantiene el formato de dos zonas de 15 equipos cada una, con un total de 16 fechas (14 partidos de zona + interzonales). Al analizar el desempeño y la competitividad hasta el momento, surge una pregunta inevitable para los fanáticos y especialistas del fútbol argentino: ¿es más exigente jugar en la Zona A o en la Zona B?
Quienes defienden la idea de que la Zona A es más pareja apuntan a que la diferencia entre el puntero, Unión, y el penúltimo, Newell’s, es apenas de siete unidades. Esa estrechez en la tabla implica que cualquier traspié puede costar posiciones, lo que obliga a los equipos a estar en alerta constante. En un entorno tan equilibrado, cada partido, incluso contra rivales considerados “pequeños”, se convierte en una batalla.
Por otro lado, la Zona B presenta escenarios más dispares: hay equipos que marcan distancias claras hacia la punta y otros que se rezagan con mayor amplitud. En esa zona, no es raro ver diferencias que superan las 10 puntos entre los más competitivos y los de abajo. Esa brecha permite que clubes de menor rendimiento se relajen con mayor margen, sin la presión inmediata de caer precipitadamente en la tabla.
Además, la composición de cada zona también influye en el nivel de exigencia. En la Zona A se agolpan equipos con históricos más sólidos en el torneo local, mientras que la Zona B reúne candidatos con trayectorias diversas, con algunos clubes más irregulares que pueden alternar partidos brillantes con derrotas contundentes. Esa heterogeneidad tiende a marcar diferencias tempranas.
Otro factor decisivo: la tensión psicológica. En una zona donde los resultados aparecen más equilibrados —como la A— los equipos viven más “a flor de piel”. No se permite relajarse. En cambio, en la zona con distancias más amplias, los equipos con aspiraciones pueden tomarse ciertos respiros; y los de abajo, resignan con mayor anticipación.
En definitiva, aunque ambas zonas ofrecen su cuota de drama y sorpresa, la Zona A parece exigir más diariamente, por la cercanía entre todos los equipos. Allí, un empate inesperado puede costar caro, mientras que en la Zona B hay mayor margen de maniobra para reaccionar. Pero claro: el fútbol argentino siempre puede dar sorpresas, y lo que hoy parece “más difícil” puede invertirse la próxima fecha.
