Franco es un joven muy activo que vive en Garín y practica básquet en silla de ruedas. Desafortunadamente, hoy en día se encuentra atravesando una difícil situación en la que su familia no logra proporcionarle las condiciones e infraestructura para su pleno desarrollo.
Por dar algunos ejemplos, Franco vive en una casa de dos pisos cuya edificación se encuentra en malas condiciones. No tienen baño en la planta superior y su mamá debe subirlo y bajarlo a upa o al hombro por las peligrosas escaleras de cemento, que no tienen baranda y están partidas por la mitad. Tampoco tiene su propio cuarto.
Por si esto fuera poco, deben pagar un remís para llevarlo a la escuela, desde Garín hasta Ingeniero Maschwitz.
“Desde los once años de él me cansé de hacer tanto trámite con la obra social, tanto mendigar algo que por derecho le corresponde y le descuentan”, expresó Luciana, su mamá. Hoy Franco, de 17 años, se encuentra cursando el secundario en la Escuela N° 34 de Ingeniero Maschwitz, debiendo desembolsar alrededor de $ 300 pesos todos los días para poder trasladarlo.
Actualmente se encuentran necesitando proporcionarle una silla de ruedas más acorde a sus necesidades, dado que la que le otorgaron no le sirve para practicar el deporte. “La que usa en este momento es una que tiene desde los once años, y él el 22 de abril cumple 18. Necesitamos comprar una que sea más acorde a su patología, aunque sea usada, pero con las medidas que necesita”.
También requieren mayores recursos para poder costear pañales, insumos, sonda, cremas, remedios, gastos de remís (a falta de una combi), una escalera en condiciones para subir y bajar, una habitación, un baño y mejoras en general en la vivienda.
“Nunca nadie se tomó en profundidad el problema de esta señora”, expresó Marcelo Ruiz, del Consejo Consultivo de Discapacidad (CCD), en diálogo con www.grupoeldiario.com.
Al día de hoy siguen solicitando la colaboración de las autoridades para esta familia. El contacto de la mamá, Luciana, es +5491135259641.