Por segundo año consecutivo, la iniciativa pretende generar una población viable de la especie, considerada extinta en la Argentina. Muchas organizaciones civiles y gubernamentales se involucran para llevar adelante este proceso. Mantenidas como mascotas, estas aves adquieren hábitos desfavorables y sufren las consecuencias.
El Centro de Recuperación de Especies de la Fundación Temaikèn inició el segundo año de reproducción y cría de guacamayos rojos (Ara chloropterus), que serán reintroducidos en el Parque Nacional Iberá de Corrientes, en alianza con Fundación Rewilding Argentina.
Este año, durante la segunda temporada, se logró sumar otra pareja reproductiva al proyecto, cuyos huevos eclosionaron el pasado 25 de octubre. Los mismos estaban siendo incubados de manera natural, y las crías ya están creciendo junto a sus padres, con mínimo contacto humano.
Anteriormente, en octubre de 2018, todo comenzó trasladando seis parejas de Guacamayos Rojos desde el Bioparque hacia recintos especiales del CRET, ubicado en Belén de Escobar, con el propósito de iniciar la etapa reproductiva. Ese mismo año ya se vieron los primeros resultados: el 8 de diciembre nacieron los dos primeros pichones, que fueron criados exitosamente por sus padres, aprendieron a volar, a interactuar con otros de su especie y 9 meses después, el 6 de septiembre de 2019, fueron trasladados a Corrientes, donde continuaría su adaptación al ambiente natural, que consiste en distintas etapas de testeo, entrenamiento y aclimatación para asegurar su exitosa supervivencia.
Además, en colaboración al Proyecto, también fueron enviados al Parque Iberá dos Guacamayos rojos adultos que habitaban en el Bioparque y tienen posibilidad de ser reinsertados en la naturaleza. Fueron trasladados a Corrientes por el equipo de Fundación Rewilding Argentina, el nuevo nombre de CLT Argentina, que evaluó mediante distintas pruebas la posibilidad de que sean reinsertados. Uno de ellos ya vuela en pareja por los cielos del Iberá, y el otro continúa con el proceso de adaptación.
Muchas instituciones trabajaron en equipo para que esto fuese posible. Siempre en pos de la conservación de especies silvestres y sus hábitats, la Fundación cuenta con aliados en las comunidades, el gobierno y otras organizaciones de conservación.
Otros ejemplos de reinserciones exitosas, además del Guacamayo Rojo, son el cóndor andino, ciervo de los pantanos o el cardenal amarillo.
Los peligros del mascotismo
Es importante tener en cuenta que si son mantenidos como mascotas o criados artificialmente, con una fuerte impronta humana, los guacamayos rojos adquieren comportamientos ajenos a su especie. Sufren deterioros en sus músculos de vuelo que les impide volar, y luego es muy difícil recuperarlos para ser liberados en la naturaleza. Por eso, el regreso del Guacamayo rojo a Corrientes no sólo es importante para el ecosistema del humedal del Iberá sino que representa además la recuperación de un patrimonio natural para la Argentina, dado que esta especie se encuentra extinta en el país. De esta manera, se recobrará un valor cultural y un atractivo turístico provincial y nacional. Además, marcaría la extensión de su distribución hacia el sur, dado que la población más cercana se encuentra a 300 km al norte, fuera de los límites de Argentina. También aportará al mantenimiento del ecosistema protegido del Parque Nacional Iberá como dispersor de frutos y semillas de mayor tamaño de los árboles nativos.