INSEGURIDAD Y DESTRUCCIÓN EN EL CENTRO DE ESCOBAR – En los últimos días, distintos locales de la zona céntrica de Escobar se vieron afectados por una seguidilla de hechos de vandalismo que encendieron la alarma entre comerciantes y vecinos.
En menos de una semana, un local de lencería sufrió dos ataques: ambas veces le rompieron el vidrio sin que mediara robo alguno. Meses atrás, otro comercio atravesó una situación similar y, tras repetidos daños, terminó bajando sus persianas de manera definitiva.
Lo que más inquieta no es sólo el daño material, sino la intención detrás de estos hechos. No se trata de robos planificados ni de intentos de saqueo, sino de actos de pura destrucción. “No se llevaron nada, sólo hicieron daño”, cuentan los comerciantes, cansados de tener que reparar vidrios y rejas que a los pocos días vuelven a romperse.
La sensación de vulnerabilidad se extiende entre quienes cada día apuestan a mantener vivo el movimiento comercial del centro. Muchos aseguran que se trata de una forma de maldad sin sentido, que va más allá del delito común y refleja un deterioro social y una falta de control que preocupa.
Mientras tanto, los vecinos piden mayor presencia policial y medidas preventivas que ayuden a proteger a los comerciantes, muchos de los cuales sostienen sus negocios con esfuerzo en un contexto económico difícil.
Escobar no es ajeno a la inseguridad que golpea a distintos puntos del país, pero estos hechos, por su grado de irracionalidad, despiertan una pregunta más profunda: ¿qué está pasando con el respeto, la empatía y el sentido de comunidad?