JUSTICIA FEDERAL – La Cámara Federal de La Plata avaló el procesamiento de nueve personas acusadas de integrar una organización que ingresaba estupefacientes a cárceles federales mediante certificados de embarazo falsos para evadir controles. La maniobra operó entre 2019 y 2024 y también alcanzó penales de Merlo y la Ciudad de Buenos Aires.
La Sala I de la Cámara Federal de La Plata confirmó los procesamientos de nueve personas –seis mujeres y tres hombres– acusadas de integrar una organización narcocriminal que operaba dentro del Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, donde ingresaba drogas para su distribución y venta interna. Según la resolución judicial, las maniobras delictivas se habrían extendido también a otras unidades carcelarias del país entre noviembre de 2019 y julio de 2024.
El tribunal, integrado por los jueces César Álvarez y Roberto Agustín Lemos Arias, entendió que quedó configurado el delito de comercialización de estupefacientes agravado por haberse cometido en forma organizada, entre tres o más personas y dentro de un establecimiento penitenciario, tal como lo establece la Ley 23.737.
Un mecanismo criminal para evadir controles
La maniobra para ingresar las sustancias ilegales se sostenía gracias a la participación de mujeres que se presentaban como parejas o familiares de los internos. Para vulnerar los controles, estas mujeres presentaban certificados médicos de embarazo apócrifos, con el fin de evitar ser sometidas a los escáneres corporales obligatorios en las visitas. De este modo, lograban franquear los sistemas de seguridad del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
Una vez dentro de las unidades carcelarias, transportaban pequeñas dosis de drogas ocultas en sus cuerpos, previamente fraccionadas y empaquetadas para facilitar su distribución. La droga era entregada a determinados internos, quienes luego la revendían entre la población penitenciaria.
Según fuentes judiciales citadas por el portal Fiscales.gob.ar, los investigadores detectaron que la banda intentó mantener un bajo perfil criminal, utilizando pequeñas cantidades en cada ingreso para no levantar sospechas. Sin embargo, la operatoria se volvió sistemática y repetitiva, lo que permitió a los investigadores trazar un patrón delictivo y establecer responsabilidades individuales.
Aunque la investigación se inició en relación con hechos ocurridos en el Complejo Penitenciario I de Ezeiza, el expediente comprobó que la organización extendió sus operaciones a otros establecimientos carcelarios. Entre ellos fueron identificados:
Unidad Penitenciaria N° 60 de Merlo (Servicio Penitenciario Bonaerense)
Alcaidía N° 10 bis de la Policía de la Ciudad (CABA)
Las autoridades federales no descartaron que la organización tuviera ramificaciones en otros penales y continúan analizando comunicaciones y registros vinculados a visitas carcelarias para determinar si existieron cómplices externos aún no imputados.
Uno de los puntos que destacó la Cámara Federal en su fallo fue que, hasta el momento, no se verificó la participación de agentes del Servicio Penitenciario Federal en las maniobras investigadas. Esta aclaración fue incluida expresamente en la resolución para descartar posibles hipótesis de connivencia institucional en esta etapa del proceso.
No obstante, los magistrados remarcaron que la investigación sigue en curso y que la confirmación de los procesamientos no implica el cierre de la causa, ya que aún restan medidas de prueba, entre ellas el análisis de telefonía, cruces de visitas y movimientos económicos.
Próximas instancias
Tras la confirmación de la Cámara Federal, la causa regresará al juzgado de primera instancia para la elevación a juicio de los acusados. Los nueve imputados permanecen procesados sin prisión preventiva, pero con restricciones judiciales y medidas de control.
El avance del expediente representa uno de los casos más relevantes recientes en materia de narcotráfico intramuros, una modalidad delictiva que preocupa tanto a la justicia federal como a los ministerios de Seguridad, debido a la capacidad de operación que logran ciertas organizaciones aun desde contextos de encierro.
