ORGANIZACIÓN VECINAL EN TIEMPOS DIFÍCILES – Vendieron tortas fritas, organizaron un bingo y ahora avanzan hacia nuevos objetivos: una mesa, un microondas y computadoras. El CAPS Vanessa Noicoz, ubicado en la ciudad de Matheu, crece gracias al empuje colectivo de vecinos y trabajadores del centro.
Silvina forma parte de la cooperadora del CAPS. Hace pocos días lograron concretar una meta que venían planificando desde hace tiempo: la compra de un electrocardiógrafo. Lo hicieron a través de la organización de un bingo, cuyos fondos fueron destinados íntegramente a esa adquisición. «El objetivo primordial era el electrocardiógrafo, y ya lo tenemos. Incluso ya le enseñaron al personal cómo usarlo», cuenta Silvina.
Además del equipo, lograron comprar dos computadoras. Una de ellas está completa, mientras que a la otra le falta el monitor. “Nos faltó un puchito, pero vamos a seguir trabajando para completarla”, señala.
Las necesidades del centro se consensúan entre las distintas partes involucradas: la administradora, Mayra, el personal y la cooperadora vecinal. El listado se va actualizando de acuerdo a la realidad cotidiana del CAPS. “Nos pidieron una mesa grande con sillas para las reuniones, un microondas para que el personal pueda calentarse algo con estos días de frío. Cosas que parecen mínimas, pero hacen la diferencia en el día a día”, explica Silvina.
El edificio presenta además un problema de humedad que ya no está cubierto por la garantía de construcción. La cooperadora está evaluando posibles soluciones. Por un lado, iniciaron gestiones con autoridades municipales; por otro, analizan la posibilidad de asumir el gasto desde la organización barrial.



El centro de salud funciona con servicios de pediatría, odontología, enfermería y vacunación. “El vacunatorio funciona bien, hay vacunas, y la gente que trabaja ahí es excelente”, agrega Silvina. También se dictan talleres para embarazadas, que han contribuido a mejorar indicadores vinculados a la salud materno-infantil. Según la cooperadora, en los últimos dos años no se registraron casos graves entre quienes participaron de estos espacios.
La organización comunitaria es sostenida de manera horizontal. “Es una democracia”, define Silvina sobre el funcionamiento del grupo. Las decisiones se toman en conjunto, con participación de todos los sectores. La planificación de actividades es permanente: en este momento están organizando su participación en el desfile del 9 de julio en Matheu, donde instalarán un puesto de tortas fritas. Los fondos recaudados se destinarán a la compra del monitor restante y a otros insumos.
Las actividades solidarias se realizan de manera continua. El bingo, por ejemplo, se llevó adelante en la sede del centro, con participación de vecinos del barrio. El evento permitió reunir los fondos necesarios para el electrocardiógrafo, un equipo indispensable para realizar estudios cardíacos de rutina sin necesidad de derivaciones.

La cooperadora no cuenta con financiamiento externo ni fondos fijos. Todas las acciones se sostienen con el trabajo voluntario de los vecinos, el apoyo del personal del centro y pequeñas donaciones. Las tareas se dividen según las capacidades y tiempos de cada integrante. Algunas personas cocinan, otras colaboran con la logística o la difusión. El objetivo común es mejorar el funcionamiento del CAPS y garantizar condiciones adecuadas para quienes trabajan y se atienden allí.
Los problemas edilicios preocupan a quienes forman parte del espacio. Las filtraciones, la humedad en paredes y techos, y el deterioro progresivo del edificio ponen en riesgo algunas áreas de atención. Hasta el momento no hubo respuesta formal de las autoridades, aunque la cooperadora continúa las gestiones.

También están en falta algunos recursos de uso cotidiano. El microondas, por ejemplo, permitiría que el personal que cumple turnos largos pueda alimentarse en el lugar. La mesa grande con sillas busca mejorar el espacio de reunión y organización interna. Si bien no se trata de insumos médicos, son elementos necesarios para el funcionamiento integral del centro.

El CAPS Vanessa Noicoz abrió sus puertas hace pocos años. Desde entonces, se consolidó como un punto de referencia en el barrio. La participación comunitaria fue clave para sostener y ampliar su funcionamiento. La experiencia organizativa no reemplaza el rol del Estado, pero sí permite acompañar, fortalecer y mejorar las condiciones locales de atención.
“Si aportamos entre todos un poquito, se puede”, cierra Silvina. Cuando un barrio se organiza, la salud deja de ser un privilegio y empieza a ser un derecho compartido.