SANCIÓN – Colón de Santa Fe vuelve a enfrentar un problema serio fuera de la cancha. En las últimas horas, la FIFA le aplicó una nueva inhibición por una deuda relacionada con el defensor paraguayo Alberto Espínola, quien había llegado al club en 2023 y presentó un reclamo por incumplimiento de contrato. La noticia cayó como un baldazo de agua fría en la dirigencia sabalera, que ya arrastra varios conflictos económicos tras el descenso a la Primera Nacional.
Según trascendió, Espínola recurrió al organismo internacional para reclamar salarios atrasados y la falta de cumplimiento de algunos acuerdos firmados durante su paso por la institución. La FIFA analizó el caso y falló a favor del jugador, ordenando que Colón pague la suma correspondiente y, hasta que eso ocurra, quede imposibilitado de incorporar futbolistas en las próximas ventanas de mercado.
El lateral guaraní había llegado procedente de Cerro Porteño con grandes expectativas, pero su estadía en Santa Fe fue breve y marcada por la irregularidad. Disputó pocos partidos debido a problemas físicos y a un contexto deportivo complicado, donde el equipo no logró escapar del descenso. Tras la finalización de la temporada, Espínola se desvinculó, aunque su salida no se resolvió completamente en los términos pactados.
Esta nueva sanción se suma a otras que el club ya ha enfrentado en los últimos años por deudas con jugadores y técnicos. Desde la dirigencia actual, encabezada por Víctor Godano, aseguran estar trabajando para resolver la situación lo antes posible. “Estamos negociando con los abogados del jugador y haremos todo lo posible para levantar la inhibición. Sabemos que esto afecta la planificación deportiva, pero la idea es cumplir con todas las obligaciones”, explicó una fuente cercana al club.
La inhibición de la FIFA llega en un momento clave, ya que Colón busca rearmar su plantel para intentar regresar a Primera en 2026. Con esta restricción, el Sabalero no podrá realizar incorporaciones hasta que se cancele la deuda, lo que complica los planes del cuerpo técnico y de los dirigentes.
Mientras tanto, el reclamo de Espínola se suma a una lista cada vez más larga de exjugadores que exigen el pago de compromisos pendientes. En Santa Fe hay preocupación, pero también la intención de encontrar una salida rápida para evitar mayores sanciones. “Colón es un club grande y no puede vivir con inhibiciones constantes”, afirmó un directivo.
La pelota, por ahora, está del lado de la dirigencia. Resolver esta deuda no solo significará recuperar la libertad para incorporar, sino también empezar a ordenar una economía golpeada por los últimos años de malas decisiones.
