Desde la ONG Asociación Inquietudes Ciudadanas, con una vasta experiencia en temas ambientales, advierten sobre posible contaminación con mercurio del alumbrado público en más de 30 municipios bonaerenses. Se trata de determinar el correcto reemplazo y el destino final de estos residuos peligrosos.
Tras algunas denuncias anónimas, la ONG investigó y recopiló datos publicados por los municipios acerca del programa de sustitución de las luminarias. Así descubrieron que miles de bombitas fueron cambiadas por iluminación LED, pero se desconoce que se hizo con las viejas lámparas. Incluso, descubrieron que ninguno de los gobiernos locales informó en los pliegos de licitación qué debía hacerse con el material reemplazado.
«La exposición al mercurio (incluso a pequeñas cantidades) puede causar graves problemas de salud y es peligrosa para el desarrollo intrauterino y en las primeras etapas de vida. Puede ser tóxico para los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel y los pulmones riñones y ojos«, advierte la Organización Mundial de Salud.
El mercurio es un elemento utilizado en sinfín de productos de uso cotidiano para millones de personas. Está presente, por ejemplo, en pilas, termómetros, barómetros, amalgamas dentales, algunos cosméticos y hasta en productos farmacéuticos. Pero el listado no termina ahí. Uno de los elementos más típicos hecho con compuestos de ese metal son las viejas lámparas usadas para el alumbrado público, que con el desarrollo de nuevas tecnologías (como el sistema Led), se comenzaron a reemplazar desde hace ya varios años en muchos países y también en la Argentina.
Por su composición a base del metal, las lámparas antiguas son consideradas residuos peligrosos y su manejo debe cumplir con leyes, provinciales, nacionales e incluso supranacionales, aunque hay una fuerte sospecha de que en muchos lugares del país esto no se cumple.
Son miles y miles de luminarias cambiadas en todos los municipios. En Escobar unos 7.000 puntos con nuevas lámparas. Un total del 1.000 cuadras con Led en Morón, La Plata lleva 60 cuadras (14 mil nuevas luces que se suman a las 4000 que ya se instalaron), 50 mil luces en San Isidro, en Campana fueron 3.400 luminarias nuevas, 3500 en Lanús, como para citar algún ejemplo.
Ante la cantidad de lugares que decidieron cambiar la iluminación, la ONG se enfocó primero en pedir información a un total de 32 municipios bonaerenses y a las capitales provinciales para saber qué pasó con las bombitas que fueron sacadas.
La Ley 25.831 de acceso a la información ambiental ampara la Asociación a solicitar todos los datos respecto a este tema y así lo hicieron. Desde hace unos días la asociación comenzó a enviar cartas a cada uno de los gobiernos locales y en caso de no recibir respuesta en un máximo de 30 días, recurrirán a un tribunal Contencioso Administrativo para pedir que judicialmente se los obligue a responder. Por lo pronto se vienen comunicado vía mail con los municipios de Almirante Brown, Avellaneda, Berisso, Berazategui, Campana, Cañuelas, Escobar, Exaltación de la Cruz, Ezeiza, Florencio Varela, San Martín, Hurlingham, Ituzaingó, José C. Paz, La Plata, Lanús, Luján, Malvinas Argentinas, Mercedes, Merlo, Moreno, Morón, Pilar, Quilmes, San Miguel, Tres de febrero, Zárate, Bahía Blanca, Mar del Plata, Miramar, Dolores y Pinamar. En cada uno de estos lugares se llevaron a cabo planes de recambio de luminarias pero todos omitieron decir cómo fue la disposición final de los residuos. Hasta ahora no contestaron.