Debido al aislamiento obligatorio, los cultos debieron adaptarse para seguir conectados con sus fieles. Mientras los cristianos siguieron la misa de resurrección y otros eventos por redes sociales, las familias judías compartieron el seder vía Zoom.
Aquí en Escobar, se realizó el Vía Crucis en el Santuario de la Virgen de Schoenstatt donde el padre Santiago Herrera, cuatro consagradas y dos voluntarios recorrieron las diferentes estaciones.
La cuarentena diferenció este año la ceremonia a la de años anteriores ya que los fieles solo pudieron seguir los eventos desde sus casas por Internet.
Cabe destacar que desde 1999 el vía crucis se realiza en el amplio predio de calleMérmoz 3000, de Belén de Escobar, con la participación de cientos de personas que se acercan al místico lugar.
“La gente está cerca, nos sentimos cerca, aunque estemos lejos físicamente… En este momento las redes son muy importantes y nos acercan, pero cuando todo esto termine volveremos a hacernos presentes en el santuario. Porque como sociedad necesitamos el contacto, vincularnos y tener un lugar. La virgen toma posición de los lugares y ahí se respira paz”, expresó a la prensa Cecilia Mirenda, miembro de la comunidad que está a cargo del Santuario.