Enterado de la sentencia dictada en el caso de este infortunado, niño, víctima de torturas perversas y muerte, dadas por la pareja de lesbianas que integraban su madre de sangre y su compañera, quiero hacer públicas mis siguientes reflexiones: uno) no estoy de acuerdo con la absolución de la madre respecto de un gravísimo delito, del que creo que al menos era encubridora, pese a que no cambia el resultado final del cómputo de pena; dos) no estoy de acuerdo en lo íntimo y en lo profundo del tema con la pena impuesta. Yo creo que merecen ambas pena de muerte, pero no con inyección letal y ni siquiera Con una silla eléctrica, sino con la “poena cullei” de los romanos (ver más abajo); tres), creo que a la jueza que siguiendo una línea de ideología supuestamente vanguardista entregó el niño a semejante pareja le corresponde si es digna dimitir y nunca jamás pretender un cargo público de ninguna especie, y si no es digna ser destituida y sancionada, en cualquiera de los casos con una pena de prisión extensa, por ser coautora responsable, tal vez no técnicamente, pero sí emocionalmente, de lo acontecido al pobre Lucio… castigos ejemplares para las tres, y para conocimiento de todo aquel que imagine siquiera una conducta como la de cualquiera de ellas…
- Poena cullei (del latín ‘pena del saco’) era un tipo de pena de muerte impuesta bajo la ley romana a un sujeto que había sido declarado culpable de parricidio. El castigo consistía en meterlo en una bolsa de cuero posteriormente cosida, a veces con una variedad de animales vivos, y luego arrojarlo al agua
J.C.P.: Profesor de derecho de la Universidad Austral
