PREOCUPACIÓN – El mercado inmobiliario canadiense sufrió un duro golpe en agosto de 2025. Según datos oficiales de la Canada Mortgage and Housing Corporation (CMHC), los inicios de construcción de viviendas cayeron un 16% respecto al mes anterior, pasando de 293.537 unidades en julio a 245.791 en agosto (tasa anualizada ajustada estacionalmente).
Si bien el promedio móvil de seis meses muestra un leve incremento del 1,6%, la caída puntual de agosto encendió alarmas entre analistas y funcionarios, ya que amenaza con frenar el avance hacia las metas de construcción fijadas por el gobierno federal. En particular, los proyectos de vivienda multifamiliar, considerados esenciales para aumentar la oferta en las grandes ciudades, fueron los más afectados.
El retroceso tiene múltiples causas: las altas tasas de interés que encarecen el crédito hipotecario, el aumento sostenido en los costos de materiales de construcción y la dificultad de acceso al financiamiento por parte de desarrolladores. En un país con una demanda creciente de vivienda impulsada por la inmigración y el aumento poblacional, la contracción de la oferta genera una brecha cada vez mayor entre lo que se necesita y lo que realmente se construye.
La situación afecta especialmente a provincias como Ontario, Quebec y Columbia Británica, donde los precios de las propiedades ya se encuentran entre los más altos de Norteamérica. Expertos advierten que, de persistir la tendencia, el país no podrá cumplir con sus planes de vivienda asequible para 2025, lo que agravará la crisis habitacional que golpea a miles de familias.
El informe de la CMHC concluye que será necesario un esfuerzo coordinado entre los distintos niveles de gobierno y el sector privado para recuperar dinamismo. Mientras tanto, el ciudadano promedio enfrenta alquileres más elevados, menos opciones para acceder a una vivienda propia y la creciente sensación de que el sueño de la casa propia en Canadá se vuelve cada vez más lejano.