DECISIÓN CLAVE – El futuro inmediato de Alpine en la Fórmula 1 tiene nombre y apellido, y Franco Colapinto está en la discusión más importante de su carrera. Flavio Briatore, asesor clave de la escudería francesa, confirmó en las últimas horas que la butaca libre para 2026 se definirá únicamente entre el argentino y el estonio Paul Aron. De esta manera, descartó de plano las versiones que ubicaban a otros pilotos en la órbita del equipo, como el neozelandés Liam Lawson o el japonés Yuki Tsunoda.
“Solamente se trata de Colapinto y Aron. No hay más candidatos. La decisión la vamos a tomar en una o dos carreras más”, sentenció Briatore, en declaraciones que rápidamente se replicaron en el mundo del automovilismo. Con esa frase, el histórico dirigente dejó en claro que Alpine no pretende dilatar más de lo necesario una definición clave, ya que busca asegurar su dupla de pilotos con tiempo de cara a la gran renovación que afrontará la categoría en 2026, con el ingreso del nuevo reglamento técnico.
El panorama abre una oportunidad inmejorable para Franco Colapinto, quien viene mostrando una evolución constante en pista. El argentino se ganó la confianza del equipo tras sus buenas actuaciones recientes y, según admitió el propio Briatore, “cada carrera lo muestra más sólido, más maduro y con mejores herramientas para pelear”. El exmánager de Fernando Alonso subrayó que el salto a la Fórmula 1 no depende solo de la velocidad, sino también de la capacidad de adaptación a la presión, el trabajo con los ingenieros y la regularidad a lo largo de la temporada.
Paul Aron, por su parte, representa el otro polo de la decisión. El estonio de 21 años viene cumpliendo con tareas de simulador, pruebas de neumáticos y ensayos privados que lo colocan en una posición fuerte dentro del proyecto. Briatore destacó su talento, su disciplina y la experiencia que acumula pese a su juventud, cualidades que lo mantienen como un rival directo de Colapinto en esta pulseada que ya se transformó en una suerte de final anticipada.
La elección no será sencilla. Para Alpine, el desafío es construir una dupla que le garantice competitividad en un escenario cada vez más exigente. Gasly ya tiene asegurado su lugar, y ahora el interrogante pasa por saber quién será su compañero: Colapinto, con el impulso de ser el primer argentino en la F1 en más de dos décadas, o Aron, con la carta de la constancia y el trabajo silencioso dentro del equipo.
En las próximas semanas se espera la definición. Lo que está claro es que el sueño de Colapinto está más cerca que nunca y que, por primera vez en mucho tiempo, un piloto argentino depende de su propio rendimiento para dar el salto definitivo a la categoría reina del automovilismo mundial.
