CONFLICTO – Independiente no logra salir de sus problemas institucionales y económicos, y ahora enfrenta un nuevo dolor de cabeza. Red Bull Bragantino de Brasil presentó un reclamo formal ante la FIFA contra el club de Avellaneda por incumplimiento en los pagos relacionados con la transferencia del defensor Joaquín Lomónaco. La entidad paulista asegura que el Rojo no cumplió con las cuotas acordadas y exige una suma cercana a los 3 millones de dólares.
El caso complica aún más la delicada situación financiera del club argentino, que en los últimos años se vio envuelto en numerosos litigios internacionales por deudas con jugadores y otras instituciones. Según trascendió, Bragantino inició gestiones en el organismo rector del fútbol mundial luego de que Independiente no respondiera a los requerimientos de pago en los plazos establecidos.
La llegada de Lomónaco había sido pensada como una inversión para reforzar la defensa y potenciar el plantel en un momento de transición deportiva. Sin embargo, la falta de recursos y la acumulación de compromisos financieros volvieron a exponer la fragilidad económica de Independiente, que ahora deberá defenderse ante la FIFA para evitar sanciones más duras. Entre las posibles consecuencias se encuentran la imposibilidad de incorporar jugadores en los próximos mercados o, en caso extremo, la quita de puntos.
En Avellaneda la noticia cayó como un balde de agua fría, ya que el club venía mostrando señales de recuperación con una Comisión Directiva que intentaba ordenar las cuentas y estabilizar el panorama deportivo. Este reclamo, sin embargo, vuelve a encender las alarmas y a poner en riesgo cualquier planificación futura.
Los hinchas, que ya están acostumbrados a convivir con noticias de este tipo, miran con preocupación el nuevo frente judicial. La deuda reclamada por Bragantino se suma a una larga lista de compromisos que Independiente debe afrontar en dólares, en un contexto económico nacional que tampoco ayuda.
El caso Lomónaco aún deberá resolverse en los tribunales de FIFA, pero el escenario no es alentador. Si el organismo falla a favor del club brasileño, el Rojo tendrá que pagar o exponerse a sanciones que pueden comprometer su futuro inmediato. Una vez más, los problemas extrafutbolísticos opacan el rendimiento deportivo y confirman que Independiente sigue luchando contra sus propias deudas.
