ORGULLO CIUDADANO – Hace pocos días, personal de Bomberos Voluntarios de Escobar hicieron su retorno de la ciudad de Bahía Blanca, luego de prestar colaboración y asistencia en la catástrofe climática y ambiental ocurrida allí, que dejó un saldo de al menos 16 muertos y varios desaparecidos, entre ellos, dos niñas que son intensamente buscadas hasta el día de hoy.
En ese contexto, este medio conversó con el Comandante Mayor Damián González, jefe de Bomberos Voluntarios, quién nos contó que «después de un viaje largo, arrancaron hoy (sábado) a la mañana volviendo y, bueno, gracias a Dios ya están acá y sin problemas. Hubo un laburo grande, fuerte de primera instancia y, bueno, ellos pudieron dar una mano».
Consultado sobre quiénes viajaron, González comentó que «fueron dos camionetas, fueron seis personales nuestros, un oficial, dos suboficiales y dos bomberos. Se dividieron en dos grupos esta gente allá y estuvo trabajando uno en la parte desagote y otro en la parte de limpieza de lo que es el pueblo en sí o las casas».








«Hay mucho trabajo y mucha pérdida, más que nada. Así que no creo que sea corto plazo de recuperar. Sobre todo lo que queda es sacar el barro, poner todo en condiciones los edificios. Muchos lugares anegados todavía de lo que es los edificios en sí. Así que, bueno, ese trabajo de desagotar y demás que va a llevar unos días más, seguramente».
«En esta oportunidad había alrededor de 18 personas anotadas para ir. Por una cuestión de espacio, de logística, se mandaron 6 personas. Pero, bueno, eso también es complicado de elegir a quién va y a quién no va. Y orgulloso de la gente, tienen que dejar familia, trabajo, acomodarse. Bueno, toda esta gente que viajó tuvo que buscarle un lugar en su vida para que esto suceda. Así que, bueno, la verdad que, como te decía, agradecido y orgulloso de ellos».












Además, dialogamos con el oficial auxiliar Jorge Jukoska, ayudante mayor Luis Vergara, ayudante mayor Gabriel Pérez y los bomberos Dana Ortiz, Lautaro Hermoso y Sofía Ibarra.
Por su parte, la servidora Ibarra comentó que «estuve realizando tareas de desagote junto a mis compañeros. Una experiencia muy linda, aunque también es algo triste por parte, una destrucción total en la ciudad de Bahía Blanca. Pero bueno, suma para la experiencia. Sí. Muy linda la experiencia. Volvería sin duda a ayudar. Es lindo ver a la gente agradeciendo. La gente es muy agradecida».
Lautaro Hermoso compartió que la experiencia fue muy buena y que también volvería a asistir. «La verdad es que sí, una experiencia inolvidable para el cuaderno. Cuando nos llamen ahí voy a estar».



Jorge Jukoska afirmó que no es la primera vez que va a colaborar a otras ciudades, «pero bueno, conmovido por lo sucedido en Bahía Blanca y nada, dispuesto a volver si se necesita. Lo que más nos llamo la atención fue lo agradecida que estaba la gente por el trabajo nuestro allá. Fueron alrededor de 280 personas había colaborando de lo que respecta al sistema bombero. Fuimos a colaborar en lo que es el desagote del lugar, en lo que se trataba la limpieza de la parte pública y de algunos domicilios y un rastrillaje que se hizo por pedido judicial. También se estuvo colaborando con las dos niñas desaparecidas».
El ayudante mayor Luis Vergara, afirmó que también para él «fue una experiencia muy linda, como decían mis compañeros. La verdad, lo que más nos sorprendió, o sea, bueno, el desastre que hay es feo, ¿no?, porque la situación es desastrosa, los daños que hizo el agua es muchísimo, tanto material, pérdidas y todo eso, pero creo que a todos estamos iguales, lo que más nos llamó la atención es el agradecimiento de la gente, ¿no? Las dos dotaciones, que trabajamos en distintos lugares, la gente del centro de Bahía Blanca no hubo ni un momento en que no nos dejaron solos nunca, o sea, siempre estaban asistiendonos si queríamos alimentos, agua, muy, muy agradecidos por colaborar con ellos, ¿no? Eso fue sorprendente, no sé, en un caso vi a un nene de 10 años a llevarnos mate, que lo pidió el nene a la madre. Y después nos alojamos en un pueblo alejado de Bahía Blanca, que el fin de alojarnos en ese pueblo, o sea, todos los bomberos, era para poder estar descansados y lejos de la zona roja, lo cual la gente del pueblo ese, que se llama Cabildo, también impresionante, nos recibieron con desayuno, merienda, almuerzo, cena, nos dieron para dormir».












«Todas las mañanas que nos retirábamos del pueblo hacia Bahía Blanca a realizar las tareas, la gente del pueblo se levantaba porque era temprano, salíamos entre siete y media, ocho de la mañana, y la mayoría de la gente del pueblo, los chicos en la escuela, dándonos la despedida, un aplauso, ¿no?, nos daban las gracias y, bueno, imaginar que con eso vas a laburar con todas las ganas, ¿no? O sea, y ahí se paga, creo que, el laburo de lo que hacemos los bomberos, ¿no?, que eso es lo que a nosotros nos llena y realmente eso es lo que nos da fuerza para seguir en esto, ¿no?, que es parte de nuestra vida».















El ayudante mayor Gabriel Pérez, por su parte, expresó que «creo que los chicos dijeron todo. Como experiencia es gratificante, más que nada. Lo que vivimos allá, tuvimos momentos por ahí de descanso lindos, pero es triste ver una zona como quedó, totalmente devastada. En el paso de los días ibas viendo primero agua, después barro y a lo último ya era la tierra que secó el barro. Yo creo que el trabajo que queda por hacer es incalculable, lo hablamos con mucha gente de Cabildo y lo que no se rompió en este momento, que no se rompieron ahora, quedaron sotamados para que se rompan en cualquier momento».






«Nos llamó muchísimo la atención con Jukoska, que estuvimos trabajando, y Sofía, en la parte desagote, y realmente la cantidad de sótanos de todos los comercios, de todos los bancos, de todos, de todas las casas. Impresionante. Y las napas altas las vaciábamos y veíamos como entraba el agua de nuevo», sentenció conmovido.