FRAUDE DOMÉSTICO – Un informe elaborado por la Fiscalía Especializada en Ciberfraudes (FISEC) del Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires reveló un preocupante aumento de las estafas a jubilados cometidas por sus propios cuidadores, quienes utilizaban los datos de las tarjetas de crédito y débito de las víctimas para realizar compras y extracciones de dinero.
Según el relevamiento, correspondiente al mes de octubre, se detectó un patrón común en los casos denunciados: las víctimas, en su mayoría adultos mayores que requerían asistencia permanente, advirtieron consumos no reconocidos en sus cuentas bancarias. Al rastrear el origen de las operaciones, los investigadores comprobaron que los movimientos coincidían con horarios y lugares vinculados a los cuidadores contratados para asistirlos en sus domicilios.
Los responsables de estos delitos aprovechaban el acceso a la intimidad y a la documentación personal de los jubilados para apropiarse de los plásticos o copiar los datos de las tarjetas. Con esa información, realizaban pagos en comercios, compras online o retiraban dinero en cajeros automáticos. En muchos de los casos, luego de concretar la estafa, los cuidadores abandonaban sus puestos de trabajo y desaparecían sin dejar rastros.
“Se trata de un tipo de fraude que combina el abuso de confianza con el acceso a la información bancaria”, explicaron fuentes judiciales. El informe de la FISEC detalla que los adultos mayores resultan especialmente vulnerables por su dependencia del personal de asistencia y por las dificultades que enfrentan para detectar movimientos sospechosos o realizar denuncias a tiempo.
Las imágenes registradas por cámaras de seguridad de distintas sucursales bancarias fueron clave para identificar a varios de los sospechosos. En los videos se los observa retirando dinero en efectivo de cajeros automáticos utilizando las tarjetas de las víctimas, muchas veces el mismo día en que los familiares notaban la desaparición del cuidador.
Desde la fiscalía remarcaron la importancia de verificar periódicamente los resúmenes de cuentas y movimientos bancarios de los adultos mayores, especialmente cuando delegan tareas administrativas o domésticas en terceros. También recomendaron limitar el acceso a objetos personales, mantener las tarjetas bajo resguardo y evitar compartir claves o contraseñas, incluso con personas de confianza.
El documento elaborado por la FISEC forma parte del monitoreo mensual de delitos financieros y cibernéticos en la Ciudad, que viene registrando un crecimiento sostenido en los casos de fraude digital y suplantación de identidad. En este contexto, el organismo advirtió que el fenómeno de las estafas cometidas por cuidadores representa una nueva modalidad de ciberfraude híbrido, donde se combinan acciones presenciales con el uso de tecnología para el robo de datos y dinero.
Las investigaciones continúan abiertas bajo la coordinación del fiscal Horacio Azzolin, quien dispuso la recolección de pruebas digitales, la revisión de cámaras de seguridad y la citación de testigos para identificar a todos los implicados.
