Un día después del choque entre un avión de pasajeros de Japan Airlines (JAL) y una aeronave de la Guardia Costera japonesa en el aeropuerto Haneda de Tokio, los expertos en seguridad aeronáutica celebran la “milagrosa” evacuación del vuelo comercial llevada adelante por la tripulación. La rápida actuación de los auxiliares de vuelo antes de que el Airbus A350 fuera consumido por las llamas evitó una tragedia que pudo haber sido mucho peor: pese a que cinco personas murieron en el avión de la guardia costera, los 367 pasajeros de Japan Airlines salieron sanos y salvos. También los 12 tripulantes. Todos.
Los elogios se debieron a que Japan Airlines fue capaz de evacuar a todos los pasajeros en condiciones de seguridad bajo lo que probablemente fue una enorme presión.Mientras los aterrorizados pasajeros veían cómo las llamas lamían las ventanillas y la cabina se llenaba de humo, los tripulantes de JAL ocultaron su inquietud y recurrieron hasta el último detalle de su formación en seguridad.
Según la aerolínea, los 367 pasajeros y los 12 tripulantes desembarcaron en menos de 20 minutos. Algunos relatos afirman que toda la evacuación se hizo en sólo 90 segundos, otros hablan de cinco minutos, lo que sigue siendo un buen tiempo teniendo en cuenta las condiciones en que se produjo.
Cuando llegaron los bomberos para empezar a extinguir las llamas, la tripulación ya había desplegado los toboganes de evacuación, lo que permitió que casi 400 personas, entre ellas varios niños, se deslizaran hacia un lugar seguro. Unos 10 minutos después de desembarcar se produjo una explosión en el avión, según los testigos. “Sólo puedo decir que fue un milagro… podríamos haber muerto si hubiéramos llegado tarde”, dijo Tsubasa Sawada, un pasajero.
Los tres factores
Para el éxito de la evacuación fueron clave tres factores, según los expertos:1. La maniobra del piloto: que detuvo el avión, que derrapaba y parecía una bola de fuego, sobre su morro.2. La actuación de la tripulación, que, sin poder de utilizar el sistema de megafonía averiado, dio instrucciones con calma a través de megáfonos.3. La cooperación de los pasajeros, que permanecieron sentados antes de dirigirse a los toboganes de evacuación, dejando su equipaje de mano a merced de las llamas.Entre los factores que permitieron a los pasajeros escapar también está el hecho de que había poco humo dentro de la cabina, lo que permitió a los pasajeros ver y respirar, aunque con dificultad. Si el humo hubiera sido más denso y hubiera provocado el desmayo de algunas personas, las cosas podrían haber sido diferentes.Por último, un elemento muy citado por los expertos es que el Airbus 350 que se incendió es un avión relativamente reciente (está en servicio desde 2015) y está construido con un material innovador, un polímero de fibra de carbono que, entre otras cosas, está diseñado específicamente para retardar la combustión. Esto es algo que puede verse con bastante claridad en los vídeos del accidente: el Airbus empieza a incendiarse inmediatamente después del impacto con el avión de la Guardia Costera, pero las llamas tardan muchos minutos en propagarse ampliamente: son los minutos que permitieron escapar a los pasajeros.
Fuente: Infobae