Los vecinos que pasan cerca de la Municipalidad ya están acostumbrados a ver a Ariel Sujarchuk caminando por la zona. Pero hace unos días se vio una escena distinta: el intendente volvía al Palacio Municipal cuando se encontró con un agente de prevención comunitaria llorando.
Según pudo reconstruir El Diario de Escobar la oficina de Recursos Humanos le había abierto un legajo en relación a un conflicto con personas de su misma área. Sujarchuk se acercó, lo abrazó, escuchó su versión de los hechos y decidió darle una segunda oportunidad, aclarándole que su conducta será seguida de cerca. Así, ordenó que la persona sea trasladada a otra área del Municipio, para evitar roces con sus ahora excompañeros. Conmovido, el hombre le agradeció el gesto.
La conversación comenzó en la esquina de la Plaza San Martín, continuó mientras ambos cruzaban la calle y finalizó en la otra vereda. Un habitual vocero del Palacio Municipal nos dijo: “esa es la esencia de Ariel: caminar, escuchar a la gente, estar cerca, y ponerle corazón y cabeza a todo”.