PROYECTO TEJIENDO REDES – Una agradable visita tuvieron las abuelas del Hogar de Ancianas Eva Perón de Belén de Escobar, alumnas del Colegio Norbridge de Pilar visitaron y les llevaron regalos a las internas, en el marco del Proyecto Tejiendo Redes, acompañadas de Carolina Chanteiro (profesora e integrante del proyecto) y la vice-directora y psicóloga de la institución educativa, Erica Miretti.
Las ancianas recibieron a las visitantes vestidas y engalanadas para una ocasión tan especial, con la alegría de recibir el cariño de las jóvenes estudiantes.
«Somos del Colegio Norbridge de Pilar. La verdad es que hacemos este proyecto con mucho amor, es un proyecto colaborativo donde en realidad lo que enseñamos es a los chicos a tejer primero, como una actividad que nos acerca a la meditación, al autoconocimiento, nos permite trabajar todos juntos y es un proyecto que dura meses en donde aprenden a tejer, chicos, padres, tíos, hermanos, docentes, y vamos tejiendo cuadraditos y el evento termina en un día todos ayudando a ayudar, donde unimos los cuadraditos, hacemos ese día lo que se puede y después las familias terminan, las abuelas y las mamás, de coser los cuadraditos y elegimos un lugar para traerlos», mencionaron las docentes.



«Este año nos hablaron de este hogar que la verdad acabamos de conocer y estoy maravillada por el amor, por cómo están las abuelas, el detalle de las fotos de ellas en los pasillos, la verdad que se nota un lugar cálido y realmente contenedor y estamos felices sobre todo de que los chicos y los adolescentes de los que tanto hablamos todo el día, de que son la generación que no hace nada, que vive en las pantallas y demás, creo que esto demuestra que cuando uno arma el ambiente, les enseña y los motiva, los adolescentes son seres solidarios que hoy pueden estar compartiendo con los abuelos y la verdad que estoy profundamente emocionada. Érica, de alguna manera vino una pequeña delegación, porque poder venir todos me parece que era como mucho para un hogar, pero vinieron los representantes. Vinieron los representantes que son los que el equipo de innovación del colegio que fue trabajando con ellos, fue seleccionando porque fueron los que más estaban comprometidos, ya sea en juntar lana, en hacer tejer a sus familias, así que vinimos un poquito del grupo representativo, pero fueron 230 estudiantes con todos sus docentes y el equipo directivo que acompañó fuertemente todo este proyecto».

Las estudiantes no solamente llegaron con tejidos, sino también con juegos para las abuelas y hasta con ganas de mimarlas. «Las chicas de sexto año, que son las que nos acompañan el día de hoy, prepararon una serie de juegos, de actividades y tenían ganas de también dejar coquetas a las abuelas, así que tuvieron la idea, la maravillosa idea de pintarles las uñas y hacer un ratito de spa».




«Se nota cómo están todas muy vestidas, muy peinadas, todas muy limpitas, la verdad que es un placer de verdad y creo que lo importante es que todas las escuelas puedan realmente motivarse y usar esto como un modelo para seguir, porque creo que nuestra sociedad hoy más que nunca necesita seres que ayuden a ayudar y esto reconforta de una manera que la verdad es ejemplificadora».


Las visitantes debieron utilizar barbijos para ingresar al hogar. «Nosotros todavía seguimos con el protocolo dentro del hogar para poder cuidarlas a ellas y sobre todo ahora que está frío el invierno y los bichitos pueden entrar y ellas son muy vulnerables, así que para protegerlas y protegernos usamos el barbijo», dijeron desde la institución de adultos mayores y agregaron que «es una propuesta re linda y el hogar está abierto a la comunidad para poder compartir y sobre todo para compartir generaciones, que ellas puedan ver y aprender de los jóvenes y al revés. Este es un hogar modelo».
Tejiendo redes



Desde el Colegio Norbridge publicaron en las redes sociales antes de la visita a las abuelas del Eva Perón: «Una vez más, lo hicimos. Abuelas, , mamás, papás, hermanos, docentes, estudiantes de primaria y secundaria… todos unidos por un mismo hilo: el de la solidaridad y el amor».
«Este año tejimos con el corazón, pero también con el cerebro. Porque cuando tejemos, estimulamos nuestra mente, nos conectamos con el presente, con el ritmo interno, con la calma. Tejer es también una forma de meditar, de sanar, de estar».

«Pero lo más poderoso fue ver cómo tantas generaciones se reunieron para un propósito común: abrigar con nuestras manos a quienes más lo necesitan. Esta vez, las mantitas llegarán a un hogar de ancianos. Y no solo llevan lana, llevan historias, sonrisas, charlas compartidas, tiempo de calidad. Llevan comunidad».



«Gracias a cada uno que fue parte, que puso su cuadradito, su tiempo y su alma. Tejer juntos es tejer vínculos. Y esos, son los que de verdad nos abrigan. Es un orgullo desde el nivel secundario incentivar a nuestros adolescentes en actividades solidarias y de impacto social».

