CRISIS EN LOS MEDIOS – La Agence France-Presse (AFP), una de las agencias de noticias más prestigiosas del mundo, atraviesa una de las peores crisis de su historia. Entre recortes presupuestarios, pérdida de contratos y presiones políticas, la institución fundada en 1835 lucha por sostener su independencia editorial.
En lo que va del año, al menos 25 periodistas de AFP fueron agredidos o censurados durante coberturas en distintos países, mientras la dirección evalúa cerrar oficinas en África y Medio Oriente para reducir costos. El déficit operativo supera los 20 millones de euros y el gobierno francés ya advirtió que no podrá aumentar la subvención estatal.
Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras alertaron sobre “una amenaza real a la libertad de prensa” y denunciaron intentos de manipulación informativa por parte de gobiernos europeos y populistas. La propia AFP reconoció que enfrenta “una tormenta perfecta”: caída de ingresos por publicidad, competencia de medios digitales y ataques políticos.
Aun así, la agencia mantiene su compromiso con el periodismo independiente. En un comunicado, su director, Fabrice Fries, aseguró que “AFP seguirá informando con rigor, aunque el contexto sea adverso”. Con presencia en más de 150 países y más de 1.700 empleados, AFP representa un símbolo del periodismo libre. Pero su futuro dependerá de algo más que la voluntad: necesita apoyo financiero y político para no convertirse en otra víctima del nuevo ecosistema mediático global.
