Un día como ayer, pero hace cuatro años, se inauguró el Hospital de Salud Mental y Adicciones «Papa Francisco», un centro de atención modelo, inédito en el ámbito de los municipios de la provincia de Buenos Aires, tanto por su extensión de 700 metros cuadrados como por ser un centro que abarca todas las fases del tratamiento de ambas patologías.
Este centro de salud cuenta en forma integrada con seis consultorios externos, un taller de cocina para la capacitación profesional de los concurrentes, dos salones de usos múltiples y una comunidad terapéutica con capacidad para 18 personas, distribuidas en nueve habitaciones con baño privado. Además, en el hospital funcionan una comunidad terapéutica residencial y grupos de sostenimiento coordinados por especialistas en la materia.
Hoy en día, el hospital atiende unas 4.500 consultas mensuales y cuenta con dos áreas, salud mental y adicciones, que trabajan con un equipo interdisciplinario compuesto por psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, abogados, operadores socio-terapéuticos y acompañantes terapéuticos.
«En este sentido, profundizamos nuestra política sanitaria abordando la salud desde una visión integral, que incluye desde prevención, el tratamiento y la reinserción social de las personas rehabilitadas», expresó el intendente Ariel Sujarchuk al respecto.